17 de julio de 2014
En verano de 2014 decidimos visitar la ciudad de Copenhague y ya que estábamos ahí, decidimos hacer ruta y visitar las ciudades principales de Dinamarca. En esta entrada os contaremos qué tal nos fue por Copenhague.
Cuando llegamos al aeropuerto de Copenhague buscamos un cajero para sacar dinero. El cajero que nos encontramos nos daba un cambio menor al cambio oficial (cuando nosotros fuimos el cambio era: 1 euro - 7.45 coronas danesas o dkk más o menos). Sospechamos que podía ser debido a que no era un cajero normal si no más bien un cajero para cambiar divisas. Así que decidimos no sacar dinero por el momento y comprar los billetes de tren que nos permitirían llegar al centro pagando con tarjeta.
Con los billetes en mano nos dirigimos al tren. Todo está muy bien indicado. Nos subimos al tren y sólo son 3 paradas hasta el centro. Nos instalamos en nuestro primer alojamiento, un bed and breakfast e hicimos un primer reconocimiento de la zona. Aquí si encontramos un cajero normal y sacamos dinero desde una tarjeta.
Canal de Copnehague |
Christiania |
Actualmente, Christiania es como un pequeño mundo aparte, una especie de barrio hippie donde el consumo de maria sigue siendo legal. En la imagen anterior podéis ver una referencia a que son totalmente contrarios a las drogas duras, sólo se permite el consumo de drogas blandas como la marihuana.
Son los mismo habitantes de Christiania los que se construyen sus propias casas, organizan mercadillos, tienen algunas galería de arte y varios bares con mucho ambiente. No es en absoluto peligroso pasear por Christiana, aquí se respira un ambiente desenfadado y las terrazas de los bares se llenan de gente.
Son los mismo habitantes de Christiania los que se construyen sus propias casas, organizan mercadillos, tienen algunas galería de arte y varios bares con mucho ambiente. No es en absoluto peligroso pasear por Christiana, aquí se respira un ambiente desenfadado y las terrazas de los bares se llenan de gente.
Después de nuestra visita a Christiania nos encontramos con Nyhavn, el canal más famoso de Dinamarca. Este canal está enmarcado con una serie de edificios de colores que lo hacen muy pinteroseco. Además encontraréis muchos restaurantes a lo largo del mismo. Aquí también hay mucho ambiente, muchos grupos de amigos se reúnen aquí y se sientan al borde del canal. Antiguamente la zona era el barrio rojo pero el ayuntamiento quiso limpiar la zona y decidió pintar los edificios de colores para darle otro aire.
Nyhavn |
Al día siguiente pusimos rumbo a ver la atracción más famosa de Copenhague, La Sirenita. Seguimos el malecón y pasamos por una fortificación llamada Kastellet. Al otro lado de la fortificación, nos encontramos con La Sirenita en lo alto de unas rocas sobre el mar. Esta escultura está hecha de bronce y el escultor que la talló se inspiró en el cuento de hadas escrito por Hans Christian Anderssen llamado La Sirenita. La verdad es que no es muy impresionante, hace poco más de 1'2 metros de altura pero como está ubicada sobre el mar, la rodea un aura de fantasía. A modo de anécdota la escultura fue encargada por Carl Jacobsen, fundador de la cervecera Carlsberg.
Otra escultura no tan famosa pero igualmente interesante y un poco inquietante es "Agnete og Havmanden" (Agnete y el tritón) que se encuentra bajo el agua de un canal en el centro de la ciudad. La escultura también está inspirada en un cuento de Hans Christian Andersen y representa al tritón y a sus 7 hijos que esperan el regreso de Agnete. Está situada en Slotsholmens Kanal.
Después de visitar las esculturas, nos dirigimos al parque Tívoli. La entrada cuesta unos 10 euros y subir a las atracciones se ha de pagar aparte o bien pagar una entrada de unos 30 euros que da acceso a todo. Merece la pena entrar en el parque para ver los jardines y verlo iluminado con sus cientos de bombillas. Si vais a mediados de julio, suelen organizar actividades y conciertos y si entráis a partir de las 19:00 y durante una hora hacen una especie de "Happy hour" (os recomendamos consultar su web para ver si aún sigue vigente).
Por último, fuimos a ver la fábrica Carlsberg. La entrada se apoya sobre cuatro espectaculares elefantes hechos de granito. En ellos está esculpida la esvástica ya que durante muchos años los símbolos de Carlsberg fueron el elefante que simbolizan la sabiduría y la fuerza pero dejaron de utilizar estos símbolos cuando se empezaron a relacionar con el movimiento nazi. Por dentro, la fábrica es muy bonita y es interesante pasear por sus estancias y ver el ambiente que también aquí se respira.
La Sirenita |
Agnete og Havmanden |
Por último, fuimos a ver la fábrica Carlsberg. La entrada se apoya sobre cuatro espectaculares elefantes hechos de granito. En ellos está esculpida la esvástica ya que durante muchos años los símbolos de Carlsberg fueron el elefante que simbolizan la sabiduría y la fuerza pero dejaron de utilizar estos símbolos cuando se empezaron a relacionar con el movimiento nazi. Por dentro, la fábrica es muy bonita y es interesante pasear por sus estancias y ver el ambiente que también aquí se respira.
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