De tapeo por Poble Sec

Barcelona es una ciudad que nunca se acaba. Los que hemos vivido aquí toda la vida coincidimos con que siempre hay algún lugar escondido, un bar, una plaza, un jardín, una callejuela que siempre estuvo ahí y nunca reparamos en él hasta que alguien nos llevó. En concreto, para nosotros el ahora popular barrio de Poble Sec, es un gran desconocido y que ahora empezamos a explorar.

Hace unos meses la popularidad de este barrio creció notablemente y ahora es lugar obligado para todo aquél que quiera salir a tapear por Barcelona. El barrio es muy conocido por la Avenida Paralelo donde se encuentran varios teatros y salas de fiesta como Apolo o el teatro Victoria. Sin embargo, ahora también nos ofrece un gran abanico de posibilidades gastronómicas para todos los gustos y bolsillos. En el Paralelo mismo nos encontramos con el bar-restaurante Tickets de los famosísimos Albert y Ferran Adrià. Merece la pena pasar por delante y ver lo bonito que se ve, las luces, la terraza y la decoración que se deja entrever desde fuera. Para reservar mesa, se ha de ir a la página oficial del restaurante, y allí se indica que las reservas se abren a partir de las 24:00 horas, cada día. Como os quedéis mirando las musarañas un rato ya no quedarán mesas...

Mientras esperamos a que quede un sitio libre, nos acercamos a otro restaurante muy cerca del Tiquets y del cual vimos muy buenas opiniones. Se trata de La casa de tapas Cañota que destaca por su alta calidad en las tapas y por lo divertido del local y sus camareros. Empezamos la noche hojeando su original carta de tapas que te sumerge en un viaje místico a través de la gastronomía. Su principal mantra es alcanzar la felicidad alrededor de una mesa compartiendo con los tuyos unos platos deliciosos. Así que nos dejamos llevar por el misticismo y nos lanzamos a probar algunos de sus platos estrella, como la cajita de fritos y las patatas bravas:

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Cajita de fritos


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Patatas bravas

La Cajita de fritos estaba tremenda: tenía pulpo que se deshacía en la boca, gambas, calamares y trozos de un pescado que parecía merluza. Todo fresquísimo y acompañado de una salsa pil-pil muy suave. Cuando el camarero nos sirvió las patatas bravas nos explicó que era patata gallega al caliu y acompañada de una salsa mayonesa con ajo y una salsa de tomate receta de Ferran Adrià. Y el toque del camarero, que socarronamente decía que lo hacía delicioso, pimienta negra molida delante nuestro. La combinación de las dos salsas con la patata quedaba deliciosa pero creo que nos gustó más la presentación del plato que el plato mismo. 

También probamos las croquetas (si tenéis que elegir os recomendamos las de bacalao) y la zorza de Lugo, o como lo llaman ellos, chorizo deconstruido con patatas paja y huevo frito. Estaba muy bueno pero para mi gusto era demasiado pesado, aunque mi chico disfrutó de lo lindo y acabó rebañando el plato con pan. 

Acabamos nuestro paseo gastronómico con una crema catalana con salsa de mango y fresitas. Absolutamente increíble. La salsa de mango y las fresitas aportaban frescor al plato y la costra de arriba, crujiente y acaramelada hicieron que acabáramos alcanzando el Nirvana!

Nos gustó mucho tanto el lugar como la comida y el servicio. Por todo ello, os recomendamos que vayáis allí algún día de tapeo. Os dejamos los detalles del restaurante por si os queréis animar (cuando fuimos estaba bastante lleno así que yo os recomendaría que reservéis):

Dirección: Calle Lleida 7 (muy cerquita de plaza España y al lado de Avenida Paralelo.
Horario: Domingo noche y lunes cerrado. El resto de días: 13:00 - 16:00 y de 19:30 a 24:00
Página web: http://casadetapas.com/

Madrid y el Rey León

Coger el tren en la estación de Sants de Barcelona y, en dos horas y media, bajarte en Atocha, Madrid. Con el Ave las dos ciudades están más cerca que nunca y es la excusa perfecta para una visita de fin de semana.

Plaza Mayor
El musical

Madrid es una ciudad grande, con muchísimo entretenimiento: teatros, musicales, espectáculos deportivos, exposiciones, museos.... De hecho, nosotros nos acercamos para ver el musical del Rey León, que ha arrasado en todo el mundo: 70 millones de personas ya lo han visto. Y la verdad es que vale la pena ir a Madrid sólo para verlo: la música, el vestuario y, sobretodo, los actores que interpretan a los principales protagonistas. Simplemente genial! En concreto, el actor que hacía de Scar nos encantó!

Visita a la ciudad

Lo ideal para aprovechar el fin de semana es ir a la sesión de noche del viernes. Pero también podéis ir a cualquier otra obra o simplemente a visitar Madrid. En nuestro caso, luego del musical hicimos dos noches en la ciudad, para volver el domingo por la tarde y poder disfrutar tranquilamente de la ciudad.

El viernes, antes del musical, nos dio tiempo a ver la Plaza Mayor y dirigirnos hacia la Puerta del Sol, para ver el reloj más famoso de España y hacernos una foto encima del "kilómetro 0". Siguiendo la calle Preciados llegamos a la Plaza Callao y a la Gran Vía.

Kilómetro 0


El sábado nos dedicamos a hacer turismo por la ciudad. Hicimos una ruta que nos explicó muy amablemente la chica de la recepción del hostal. El primer tramo fue Plaza Mayor, Sol, Preciados, Gran Vía, que ya habíamos visto el viernes. Desde allí nos dirigimos al templo de Debod. 

Este templo fue donado por el gobierno de Egipto a España en 1968 por haber ayudado a salvar varios templos de Nubia que corrían peligro por la construcción de la presa de Asuán. Es un rincón precioso de Madrid y la entrada es gratuita

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Templo de Debod

Cerca del templo hay unas bonitas vistas de la Casa de Campo, la Catedral de la Almudena y los Jardines de Sabatini

Siguiendo la ruta llegamos a una plaza y, de frente, nos encontramos la catedral de la Almudena, un gran templo del siglo XX sin el encanto de las catedrales medievales. Pero podéis entrar y decir que estuvisteis donde se casó la Infanta, je, je...

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Catedral de la Almudena

Si damos la espalda a la catedral, vemos el Palacio Real. Es un edificio impresionante por fuera, pero decidimos no entrar ya que en alguna visita previa a Madrid ya habíamos entrado y, generalmente, estos edificios por dentro están sobrecargados de cuadros, alfombras y riquezas que acaban agotando al visitante.

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Palacio Real

Volviendo por la calle Mayor, llegamos al mercado de San Miguel, un bonito edificio en el que no esperéis poder comprar un quilo de manzanas y medio salmón para congelar. El mercado está lleno de paraditas para comer allí mismo: jamón y embutidos, quesos, tapas, marisco y como no, vino y cerveza. Un lugar perfecto para hacer un tentempié y seguir callejeando.

Por la tarde fuimos a dar una vuelta por el barrio de Chueca, a callejear por sus calles disfrutando del ambiente y de sus pequeñas tiendas.

El domingo por la mañana lo dedicamos a recorrer tranquilamente el Rastro, el mayor mercadillo de Madrid. Aquí podéis encontrar cualquier cosa de segunda mano, seguro que hay alguna ganga esperándoos.

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Rastro de Madrid
Comida y alojamiento

Nos alojamos en el Hostal Martín, en plena calle Atocha. El precio era de unos 65-70 euros noche, en habitación doble con desayuno (buffet libre sencillo). El desayuno se servía en un local a 2 minutos del hostal. Todo estuvo genial, la verdad, no es un hotel pero casi casi y en pleno centro.

En cuanto a la comida en Madrid, os hemos de recomendar El Tigre, en la calle Infantas n.30. Es un mítico bar de tapas en el que sólo pidiendo cervezas ya cenas sobradamente.

Es interesante hacer una visita al Museo del Jamón (Calle Postas, en Plaza Mayor) para hacer una cerveza y una tapita, todo muy cultural!

El sábado intentamos entrar en el restaurante de Lucio pero estaba totalmente lleno, así que nos conformamos con comernos unos huevos en el local de los hijos de Lucio. Como veníamos del mercado de San Miguel no comimos mucho. No nos pareció nada del otro mundo, la verdad.

Y por último, no os podéis ir de Madrid sin probar el bocata de calamares: está tremendo! Hay muchos sitios dónde los hacen, aquí os dejo una selección. En mi humilde opinión, el primero no se ajusta a lo que se entiende por el tradicional bocata de calamares. Nosotros fuimos al Bar Postas: genial!


Os dejamos la ruta que hicimos y los locales marcados!










Carcassone o la Ciudad de los Cátaros

En esta entrada os vamos a dar una idea para una escapada de fin de semana a un destino muy cerca de los Pirineos, a unas tres horitas en coche desde Barcelona. En el sur de Francia hay una joya de la arquitectura medieval llamada Carcassone. Se trata de una ciudad amurallada y conservada en perfecto estado que no podéis dejar de visitar.

Carcassone
Paseo alrededor de las murallas
Carcassone forma parte de la Ruta de los castillos Cátaros. El Catarismo fue una rama del cristianismo que en el siglo XIII fue perseguida por la Iglesia Católica de Roma. El Papa promovió una Cruzada contra los Cátaros, considerados herejes, que resultó en la conquista de la Occitania (sur de la actual Francia) por el Reino de Francia y frenando una posible expansión del Reino de Aragón.

La ciudad está rodeada por una doble muralla y se puede recorrer, dándole la vuelta completa, para hacernos una idea de las dimensiones del recinto. Si de verdad os gustan los castillos y las fortificaciones y aún no habéis estado en Cacassone ya estáis tardando en buscar fechas para visitar esta ciudad.

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Paseo alrededor de las murallas
Una vez recorrido el perímetro, podréis disfrutar de las callejuelas medievales de la Cité para llegar a la siguiente atracción: el Castillo Condal.

Castillo Condal
Castillo Condal de Carcassone
El otro edificio importante de la ciudad es la Basílica de Saint Nazaire, que aúna los estilos Románico y Gótico. Lo que más nos gustó fueron las gárgolas que se pueden ver en las fachadas, alrededor del edificio.

St Nazire
Basílica de Saint Nazaire

Gargola
Gárgola

Por último, aprovechando la visita, os recomendamos varias cosas qué hacer:

Comeos una crêpe de chocolate, plátano y nata: las hacen buenísimas y muy bien de precio.

Aprovechad para visitar los pueblos de alrededor y algún Château y/o viñedos de alrededores. Nosotros íbamos con una oferta de una web que incluía la visita a uno de estos Châteaus pero tuvimos problemas con el dueño, que parecía tener a su vez problemas con esta empresa y no nos quiso atender. Al final no pudimos hacer la visita y nos quedamos con las ganas.

Recorred alguna de las rutas de los Castillos

Degustad el Cassoulet, plato típico de las regiones de Occitania (Languedoc y Midi-Pyrénées). Consiste en un guiso de alubias blancas con algún tipo de carne, como costillas de cerdo, salchichas de Toulousse, tocino y corteza de tocino y pato confitado.