Praga en Navidad

Praga es una ciudad encantadora, una de las más bonitas de Europa. Llena de edificios preciosos y con historia, lo mejor de la ciudad es perderse por sus callejuelas entre la gente.
Praga
Vista de Praga desde el Castillo
En estas fechas, próximas a Navidad, la ciudad cobra un encanto especial: se llena de mercadillos donde podéis encontrar desde los típicos adornos para los arboles, a comida y bebida caliente, lo que se agradece con el frío que hace en Praga. Pasear por estos mercadillos, entrar a un café, cuando el frío aprieta, y descansar un rato. Es una ciudad perfecta para ir en estas fechas próximas.

La comida en Praga no es especialmente elaborada, pero si a unos precios asequibles. Entrar en una de las tabernas típicas a comer algún plato a base de cerdo o salchichas, con una buena jarra de cerveza es imprescindible. También es obligado probar el Goulash, una especie de estofado de carne y vegetales especiado muy rico. Lo mejor es que os alejéis un poco de la zona centro, para poder encontrar locales más económicos y auténticos.

No os podéis perder la visita a la Plaza de la Ciudad Vieja que es el centro de la ciudad. Además de los mercadillos, estaréis rodeados de edificios históricos, iglesias y palacios, como la bonita iglesia de Nuestra Señora de Tyn.

Nuestra Señora en frente del Týn
Iglesia de Nuestra Señora en frente del Týn

Tampoco olvidéis pasar por el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, en la misma plaza, para ver el famoso Reloj Astronómico. Cada hora, cuando dan las doce, se congrega una pequeña multitud delante del reloj para ver desfilar los doce apóstoles. Las figuras que los rodean, la Vanidad que aparece con un espejo, la Avaricia representada por un judío con una bolsa, la Muerte que es un esqueleto y la Lujuria que es un príncipe turco con su mandolina también se ponen en movimiento.
Reloj Astronómico
Reloj astronómico de Praga
Otra de las cosas que no podéis dejar de hacer es cruzar el Puente de Carlos, que cruza el río Moldava. Es el símbolo de Praga, un puente precioso del siglo XIV, flanqueado a ambos lados por una serie de estatuas de estilo barroco. Pasear por él de noche, con las tranquilas aguas del río pasando y las luces de las farolas, que aún enciende un trabajador ataviado al estilo antiguo, es una bonita experiencia.
Puente de Carlos
Puente de Carlos
Por último, uno de los sitios más visitados e importantes de Praga es el Castillo, un complejo de edificios donde está la catedral de San Vito, a destacar por las vidrieras de colores. También encontraréis dentro la calle del Oro, una calle típica con casas de colores, que alberga una amplia colección de armaduras.
Reflejos de San Vito
Vidrieras de la Catedral de San Vito

Como recomendación personal, es muy recomendable que reservéis una velada en el Jazzboat, dónde además de cenar estupendamente, podréis disfrutar de una sesión de jazz mientras navegáis por el Moldava. Algo mágico e inolvidable, un bonito recuerdo para llevarse de esta preciosa ciudad.


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