La Montaña Maldita

En esta entrada os voy a contar los problemas que tuvimos para coronar el Pedraforca, una montaña emblemática de Catalunya por su peculiar forma: el pico está dividido en dos, en forma de "U" o "forca" (horquilla) en catalán.
Desde el principio, conseguir llegar arriba se convirtió para mi en una obsesión.

El primer intento fue en junio de 2009. La expedición estaba formada por cinco personas: los hermanos Vegas, Anna y yo. Decidimos hacer un par de noches en un camping cercano a la montaña, en el pueblo de Saldes, y aprovechar para ver un poco la zona. En la siguiente foto se ven las vistas que teníamos desde el camping.




El día del ascenso todo comenzó sin problemas: nos acercamos en coche desde el pueblo hasta la pista forestal, al inicio de la montaña. Aquí dejamos el coche en el Mirador de Gressolet (1530 m.) y comenzamos a caminar por el bosque, durante unos 10 o 15 minutos, hasta llegar al refugio de Lluis Estasen (1640 m.). Desde este punto, se pueden tomar dos direcciones: a la izquierda, para subir por la tartera o a la derecha, para tomar la ruta del collado del Verdet. En nuestro caso optamos por la segunda opción, quizás la más típica.

El inicio es un camino sin dificultad con poca pendiente, que se interna en los bosques siguiendo el sendero PRC-123 (marchas amarillas y blancas). Este sendero cruza los bosques y atraviesa el canal de Riambau, un primer obstáculo a bordear, hasta llegar a la Bauma de la Rua Gran, dónde tenemos unas magníficas vistas. Aquí la ruta gira hacia el SO para comenzar el ascenso por el canal del Verdet. Por esta zona, nos encontramos con el árbol hueco, todavía en pie ese año. Este ascenso tiene una inclinación importante y es bastante largo, por lo que la subida se debe tomar con calma. Es importante reservar fuerzas para la trepada final.
En este primer intento, no llegamos al Collado del Verdet, ya que cambió el tiempo, comenzó a hacer frío y se levantó niebla, y físicamente no estábamos listos para completar el reto. Aunque frustrado, reconozco que fue una gran decisión.

En el verano de 2011 volvimos a intentar el ascenso. Esta vez éramos ocho personas y, quizás por ser demasiados, quizás por comenzar a creer que nunca llegaría a la cima, yo tenía la premonición de que tampoco íbamos a coronar.
Los componentes de la expedición éramos: Lluis, Eva, Carlota, Miguel, Edu, Ismael, Vane y yo.
El camino inicial lo superamos fácilmente, llegando al árbol hueco, que ya no estaba en pie. Después de un gran esfuerzo por parte de todos, subimos hasta el Collado del Verdet. Una vez aquí, hicimos un merecido descanso, comiendo algo y recuperando fuerzas. En este punto hay unas bonitas vistas, incluido el pueblo de Gósol, por el otro extremo del collado (dirección oeste).

Es importante reponer fuerzas, ya que aquí comienza la "grimpada" o trepada por las rocas. Para mi, esta es la parte más divertida de la excursión, sin embargo es muy importante prestar mucha atención ya que algún movimiento en falso podría darnos un disgusto. Antes de seguir, se deben valorar las condiciones físicas y ambientales, ya que será difícil o imposible volver atrás.

Pues bien, desde el collado del Verdet, seguimos en dirección S, para entrar en el canal del Verdet y comenzar a trepar. Poco a poco se gana inclinación aunque vamos a un buen ritmo, sin contratiempos (salvo un pequeño atasco, en un punto dónde hay instalado un cable, por su dificultad de paso). Llegamos a la cima norte, pero aun quedaban dos cimas más, con sus correspondientes subidas y bajadas. Esto nosotros no lo sabíamos y hicimos una parada para comer, en el Fals Pollegó. En esta cima previa al Pollegó Superior, debido a problemas "logísticos" se tomó una decisión del todo precipitada por parte del grupo. Todavía hoy me da rabia el hecho, pero en fin, de todo se aprende, y os lo voy a explicar

Cómo decía, por las prisas, decidimos bajar de la cima previa, por un "atajo" en dirección a la tartera, que creíamos nos llevaría en dirección Saldes, de dónde veníamos. Error: la tartera que veíamos llevaba en la dirección contraria, hacia Gósol, y el supuesto "atajo" fue un descenso por un camino bastante complicado, que no a todos los miembros del grupo les fue fácil descender. Una vez en la tartera, en lugar de preguntar a otras personas, optamos por seguir la dirección errónea, y el descenso se hizo eterno, llegando a Gósol, dónde unas amables mujeres nos llevaron en coche a algunos de nosotros, para que pudiéramos recoger nuestros vehículos de Saldes y volver a Barcelona. Creo que apenas hablé, en el camino de regreso, de lo enfurruñado con el grupo y conmigo mismo que estaba.

En el verano de 2013 organizamos la expedición definitiva, formada por cinco personas: Lluis, Eva, Miguel, mi hermano Dani y yo. Simplemente diré que esta vez se cumplió el objetivo, siguiendo el camino adecuado, hasta llegar a la cima, después de la grimpada completa.

Pero aquí no estaba todo hecho. Hay que decir que si bien el camino de bajada por la tarteda de Saldes fue más corto, su dificultad es más elevada, ya que hay muchas piedras y rocas sueltas que dificultan la estabilidad. Es complicado bajar aunque, si se tiene equilibrio, se puede avanzar muy rápido, deslizándose por las piedras, en un descenso mucho más divertido.



Una vez descendida la tartera, queda un agradable camino por los bosques, que lleva de vuelta al refugio de Lluis Estasen.

Para mi esta montaña tiene algo especial, por su forma, su dificultad... recomiendo a todo el mundo su ascenso, pero eso sí, verificad la dificultad previamente. Yo no voy a decir si es fácil o difícil, puesto que no soy un montañero experto y las confusiones contrastando niveles por Internet son grandes. Pero, vale la pena intentarlo!

Post dedicado a los miembros de los 3 expediciones!








1 comentario :

  1. La ruta parece divertida y siempre con el aliciente de poder coronarla, a ver si organizamos una ruta pronto por ahí con un grupo grande porque tengo ganas de verla

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